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Llegó a Pinamar “Asado de la vida”, el festival donde además de degustar carnes, hay tragos, música en vivo y una muestra de arte

El evento que empezó en 2013 como un juego de amigos que habían sido compañeros de colegio y que en sus últimas ediciones juntó más de mil personas, desembarcó por primera vez en Boutique Club de Mar.

No hay nada que represente mejor a los argentinos que el hecho de juntarse a comer un asado. Por eso no sorprende que, desde hace casi cuatro años, exista un evento que se llama “Asado de la vida”, y que esta temporada no se tomó descanso y se trasladó a Pinamar, donde un gran número de jóvenes se juntaron en el parador top Boutique Club de Mar. Y además de degustar distintos tipos de carne, hubo tragos, música en vivo y una muestra de arte. Pero, especialmente, muchas ganas de pasarla bien y divertirse, como en cualquier reunión de amigos. “Es que básicamente se trata de eso. Cuando empezamos nos preguntábamos si se podía hacer una convocatoria masiva pero sin que se pierda la calidez. Y comprobamos que sí”, dice Federico García, uno de los organizadores. Y adelanta que habrá una segunda edición, en el mismo lugar, el 25 de enero.

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“Esto empezó como un juego de amigos allá por mediados de 2013, pero ya se convirtió en una pasión. Lo que nos pasó fue que el año pasado, después de la cuarta edición, nos plantemos si nos dedicábamos a esto seriamente o si no lo hacíamos más. Votamos y decidimos seguir. Así que creamos una productora y nos metimos con el tema de la organización de eventos”, detalla Federico. Y agrega: “Cuando empezamos éramos ocho amigos, pero después dos se bajaron por falta de tiempo y quedamos seis. Y todos nos conocemos desde los 13 años, porque fuimos compañeros de colegio”.

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“Asado de la vida” fue todo el tiempo de menos a más: “En el primero que armamos fuimos 70, y se hizo en el campo de un amigo y juntando plata entre todos, como en cualquier asado. Pero ya en el segundo hubo un giro, porque lo íbamos a hacer en el mismo lugar pero al final no se pudo, y tuvimos que salir a buscar un predio y agregar un costo más. Pero le dimos para adelante y salió todo perfecto, con una convocatoria de 250 personas. La difusión la hicimos por redes sociales y sobre todo de boca en boca. Y fue genial porque todos los que vinieron ayudaban en la parrilla, en acomodar cosas y en cuidar que el resto de la gente también la pase bien, que es lo que nunca queremos perder. Ya en el último evento, que fue en un Haras de Pilar, hubo 1.500 personas y ahí pusimos carpas para que la gente se quedara a dormir”.

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En esta oportunidad el valor de la entrada era de $450 e incluía, además de los diferentes cortes servidos en sándwiches, dos consumiciones sin cargo y una barra libre de ron. Lo primero en salir de la cocina a cargo del “Tano” Corazza fue el infaltable choripán, y luego llegó el turno de los perniles flameados de carne y de cerdo. Además, hubo un menú vegetariano armado por especialistas.

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A lo largo de la noche, que comenzó a las 22 y terminó cerca de las 5, sonaron en vivo Otto Bunge, Tomy Wahl, Malbeq and The Groovers y Tommy Ferlini. Y hubo una muestra de pintura en vivo. Como el tiempo no colaboró -se largó una lluvia fuerte antes de empezar el asado, aunque luego paró y el cielo se despejó totalmente- se tomó la decisión de que la mayor parte del evento se realizara bajo techo, dentro del restó de Boutique Club de Mar. Aunque para la segunda fecha la idea es hacerlo en la terraza del lugar.

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Quienes no estén en Pinamar durante este mes y se queden con las ganas de vivir esta experiencia podrán sumarse a la fecha de marzo, que se va a realizar probablemente en Pilar. “Estamos definiendo el lugar todavía, que ya lo anunciaremos en nuestro sitio web (www.asadodelavida.com.ar). La idea es que ahí metamos 5.000 personas, porque son eventos más convocantes y que se arrancan al mediodía y siempre termina recién al otro día. Por eso buscamos siempre un lugar donde haya mucha naturaleza, alguna pileta, y armamos muchos juegos y terminamos todos bailando”, cuenta Federico. Y adelanta que la idea es agregar menú para celíacos y tal vez incluir algún postre. “Vamos por más”, promete.