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Robertito Funes Ugarte: «Vino mucha gente a Punta del Este, pero no es popular»
Es el indicado para hacer un balance de la temporada de verano más importante de este siglo en Punta del Este. Lo avalan 14 años de coberturas ininterrumpidas, 9 para la señal C5N desde donde salió en vivo desde playas, paradores y eventos que se desarrollaron en el principal balneario uruguayo.
Roberto Funes Ugarte es sinónimo de Punta del Este cuando la ciudad se enciende durante el primer mes del año, donde todo puede pasar. Por eso, en una charla con Sábado Show le sacó una foto al verano e hizo un retrato hablado sobre los lugares y las tendencias elegidas por el turista con esa mezcla perfecta de charme y simpleza que lo caracteriza. En la charla también se mezclan la rivalidad Pampita-Nicole, el caso Balcedo y la posibilidad de trabajar para un medio uruguayo.
—Punta del Este, ¿se «mardelplatizó» como se ha dicho esta temporada?
—Para nada, fue un verano muy importante para Punta del Este, con un público muy bien distribuido. Una cosa es que Punta del Este haya estado muy poblado y otra muy diferente es que se haya vuelto popular.
—¿Pasó lo primero?
—Hay una gran diversidad, muchos «centros» enfocados a distintos públicos. Chihuahua es para un público europeo. De hecho, en año nuevo cuando fui me enteré que el parador lo alquiló una familia de alemanes, que te permitía ver un Punta del Este más glamoroso, más alternativo. En Solanas había familias de uruguayas, de la zona de Entre Ríos o cordobeses. En la Mansa y Brava bajan muchos a la playa los que tienen departamentos espectaculares y casas por ahí. En la desembocadura (del arroyo de La Barra) siempre están los empresarios y políticos argentinos. Manantiales ya tiene un centro comercial muy cool, que le recomendé a una amiga suiza que vaya de compras.
—¿Algo que lo haya sorprendido?
—Un empresario italiano que compró terrenos en la zona de Portezuelo y armó lo más parecido a la Costa Amalfitana. Se movía en un carro de golf de una propiedad a otra. Eso lo vez en Saint Tropez o en la Riviera Maya, pero no se ve en todos lados.
—Mucho europeo…
—Vino mucha gente de Europa, con mucho glamour como las hermanas Vera y Viola Arrivabene, influencer que están en las tapas de las principales revistas de moda. Vinieron al casamiento de un italiano que se casó en la zona de La Boyita. Pero no sólo José Ignacio o La Botyita. Ibas a restoranes en Maldonado y escuchabas acentos de todos lados: inglés, portugués, italiano, argentinos… De todos lados.
—¿Se terminaron los boliches bailables? Me refiero a los que en otro momento eran Gitana, Space…
—La gente volvió al glamour de los 90. Hubo fiestas en casas y chacras, salvo Tequila que se mantiene como un lugar de referencia para los famosos. Pero después estuvo La Box y otras fiestas particulares. Se terminaron las discotecas, la fiesta está en la calle. El fenómeno de las redes sociales, que lleva en manadas a determinadas fiestas, hizo que los grandes boliches bailables no estén más. Cada uno hace la suya.
—¿Y la ropa, las tendencias?
—En José Ignacio las mujeres se ven con vestidos blancos largos, los hombres con camisa blanca y pantalón corto que se ve mucho en Europa. Creo que no hubo desfiles preponderantes porque la moda está en las playas, en las fiestas con las chicas. Ese es el desfile de la gente, que me gusta a mí contar en la TV. En Ovo Beach, por ejemplo, mirabas un mix muy interesante de personas: venía una mujer grande a un sunset por primera mientras había un DJ cool. Un reciclaje permanente. Si me apurás te puedo decir que hasta el trago del verano: la limonada en sus distintas versiones con menta, jengibre…
Móviles
Más allá del glamour, Robertito también está orgulloso de ser parte de «la Patria movilera»; esa que está siempre alerta a lo que sucede con los hechos que conmueven a la opinión pública.
En esta ocasión, debió acotar sus horas de sol en la playa de Chihuahua (su lugar en Punta) para contar detalles del Caso Balcedo, en los alrededores a El gran Chaparral.
—La gente que lo relaciona con la nota frívola, en la playa, se debe sorprender cuando te ve hablando de casos como el de Balcedo. Al menos, habla de tu versatilidad.
—Con el tiempo fui agarrando un entrenamiento en la playa, que me permite detectar a la persona que quiere salir o no en la TV. Viendo la cara y algunos gestos puedo darme cuenta de si quiere que me acerque o no. A esta altura, en un 90% de los casos he acertado, pero no es algo que tenés que saber manejarlo y más cuando salís en vivo para un canal.
—¿Más complicado que cubrir el caso Balcedo?
—Nos tocó cubrir todo: desde mostrar un atardecer en la playa hasta caso Balcedo. Y cosas más difíciles de abordar como la muerte de chiquito de 3 años que cayó de un balcón, o el caso Lola Chomnalez, hace tres años. También entrevisté a Blas Cohelo. el colaborador de Gaby Álvarez que terminó en el accidente fatal. Por suerte el medio ya me reconoce la versatilidad. Eso de ser todoterreno me lo dio C5N.
—Tiene buena relación con Pampita. Al menos, este verano la entrevistó varias veces.
—Pampita es la más viva de todas. No ha parado de facturar este verano. La conozco hace muchos años y ella sabe que yo no la voy a poner incómoda con preguntas, sobre todo si está cerca de los hijos. Pampita es una persona genial.
—Además trabajás con Nicole en el programa Tardes nuestras…
—Para mí Nicole y Pampita no están enfrentadas. Me parece que es más el mito de verlas peleadas que otra cosa. Yo me llevo muy bien con las dos.
—Para este año se viene otra temporada al frente de TVR, la conducción del informativo de La tarde de domingo, más móviles en C5N. el programa de Nicole en KZO, ¿qué más espera para 2018?
—Espero volver a hacer radio y ver la posibilidad de hacer algo en Uruguay. Tuve algunas negociaciones hace unos años que al final no pude cerrar pero me encantaría trabajar en Uruguay.
Carrera de Medios
Roberto Funes Ugarte (39 años) comenzó su carrera en los medios en el diario La Nación. Trabajó en las revistas Caras, Elle y Vogue España. En TV, comenzó como colaborador en CNN y se integró hace una década a C5N. También trabaja en el canal KZO.
Fuente: El País (Montevideo)