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Sol Pérez: “Para conquistarme, un hombre debe ser compañero y tener perfil bajo”
La chica del verano confiesa, que a pesar de todos los rumores que le inventan a diario, su corazón no tiene dueño: “Estoy sola. Esa es la verdad. Y por eso mismo no me preocupa ni le doy importancia a todas las cosas que dicen”. Divertida y ocurrente, cuenta que no se cuida en las comidas y hasta come churros en la playa. Está en Mar del Plata, donde integra el elenco de Nuevamente juntos, un Amor de Revista, la obra más taquillera de la temporada.
Nunca, jamás, ella pasará desapercibida. No hay manera de que eso ocurra. Donde sea que esté, Sol Pérez deslumbra con su cuerpo a quienes la ven, y atrapa la atención de hombres y mujeres en iguales proporciones. Pero la modelo y conductora hace tiempo que ya dejó en claro que es mucho más que una simple belleza. Es por eso que su carrera no para de crecer, y para muestra alcanza este comienzo del 2019, donde alterna una obra de teatro con participaciones como movilera en dos programas de televisión. Trabajo no le falta, y además ya sabe que después del verano el panorama será el mismo.
“Por suerte ya tengo muchas propuestas, aunque todavía no se cerró ninguna. Ya veremos qué se da. Y si al terminar la temporada me puedo tomar unos días de descanso estaría muy bueno. La verdad es que estaría necesitando vacaciones, porque corro todo el día y no duermo ni la siesta, jaja”, dice desde Mar del Plata, donde conversó con Todo Verano.
Sol integra el elenco de Nuevamente juntos, un Amor de Revista, una obra que tiene funciones de martes a domingos a las 21 y a las 23.15, en el teatro Atlas, y que está encabezada por Fede Bal, Carmen Barbieri y Santiago Bal. En La Feliz estará hasta el 15 de marzo y luego es muy probable que continúe en Buenos Aires. “Estamos muy contentos porque vamos primeros en público -el ranking de la Asociación Argentina de Empresarios Teatrales (AADET) lo confirma-, y todas las críticas son muy buenas. Además, en lo personal siento que me están valorando mucho, y eso siempre está bueno”, cuenta.
La modelo también participa como movilera de “Involucrados”, por América, y de “Gente Opinando”, el programa del Pollo Alvarez en Net. Y disfruta mucho de esas posibilidades en la pantalla chica. “Está bueno eso, porque sigo sumando experiencia ante la cámara. Y a mí me encanta la conducción, así que todo lo que me sume en ese sentido me viene más que bien”.
En cualquier entrevista que ella brinda es un tema recurrente el hablar sobre el cuidado de su cuerpo. Y aunque siempre se asume como una fanática del entrenamiento -y los resultados del entrenamiento están a la vista-, confiesa que no es de cuidarse con las comidas: “La verdad es que como de todo. Me encanta lo dulce, por ejemplo. Y los churros en la playa, jaja. Así que el entrenar bastante también me sirve para después alimentarme sin culpa. Igual en este momento apenas voy al gimnasio dos días por semana con suerte, porque casi no tengo tiempo libre. Pero durante el año me entreno todos los días”.
Una diosa en soledad
A pesar de todos los rumores que le inventan a diario, ella asegura que su corazón no tiene dueño: “Estoy sola. Esa es la verdad. Y por eso mismo no me preocupa ni le doy importancia a todas las cosas que dicen. El día en que realmente esté en pareja sí me voy a preocupar por las mentiras y por aclararle todo a la persona que esté a mi lado”.
Lo que es claro es que pretendientes no le deben faltar a Sol. ¿Y cómo debe ser un hombre para conquistarla? La rubia da la receta para que la tengan en cuenta: “Lo primero es que sea compañero. Y también perfil bajo. Eso es muy importante. Una ya tiene mucha exposición para que la otra persona sea igual, jaja. Ni siquiera me gustaría, por ejemplo, que él esté interesado en saber de los chimentos de la farándula, por ejemplo. El que se la pase todo el día atento a esos temas sería un embole”.
De carácter muy fuerte, la rubia suele responder de manera enérgica cada vez que alguien la critica en las redes sociales. Aunque, aclara, no lo hace porque la enoje a ella personalmente. “Sinceramente no es que a mí me afecte mucho lo que me puedan decir. Sí tengo límites, como que se metan con la familia o el trabajo. Pero después hay temas que son complicados, porque llevan un mensaje peligroso. El otro día alguien comentó una foto mía y dijo que estaba gorda. Y eso no sólo que es mentira, sino que tratar a alguien de gorda es como una bomba de tiempo”, explica.
Y reafirma su pensamiento: “Todo lo que sea discriminar, agredir o hacer bullying es muy delicado, sea en el ámbito que sea. Hay muchas personas a las que esas cosas las pueden afectar y así después, por ejemplo, se dan los casos de bulimia o anorexia. Entonces no está bien ese mensaje, y hay que decirlo”.