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María Susini: sol, bikini, surf y skate

La modelo y conductora pasará sus días en el parador Honu Beach de Mar del Plata, junto a su marido Facundo Arana y sus tres hijos: India, y los mellizos Yaco y Moro. Dedicada a la maternidad, sin embargo, no abandonó su carrera de modelo. Este verano hará algunas presencias. “Por ahora me centro más en estudiar”, cuenta.

La sesión de fotos ya se había hecho. Sólo quedaba la entrevista, y se acordó concretarla telefónicamente. “Llamame hoy después de las 16 que estoy tranquila”, dijo, convencida, María Susini. Pero calculó mal: la llegada de algunas visitas, el teléfono fijo sonando y los hijos demandando atención obligaron a algunas pausas. Y luego de sentirse culpable y pedir disculpas muchas veces, elaboró una reflexión y también confesó una búsqueda personal. “¡Perdoname! Menos mal que dije que ahora podíamos hablar sin problemas, ¿no? Jaja. Lo que pasa es que vivimos en una vorágine. Creo que a todos nos pasa lo mismo. Por una cosa, u otra, estamos siempre corriendo, y hay que tratar de hacerlo menos. Yo estoy totalmente en esa búsqueda. Es muy necesario”, dice.

Tomarse una pausa. Disfrutar a pleno de cada momento. Esas son las cosas que ella no pierde de vista. Este verano, por ejemplo, su marido Facundo Arana estará de nuevo haciendo temporada en Mar del Plata, protagonizando -junto a Solita Silveyra- “Cartas de amor”, en el Teatro Lido. Y obviamente María, y los tres hijos (India, de diez años, y los mellizos Yaco y Moro, de nueve), lo acompañarán.

“El año pasado Facu también hizo temporada en Mardel, y lo pasamos genial. Es que es un muy buen plan para toda la familia, porque los chicos ya tienen sus amigos. E iremos a Honu Beach de nuevo, a hacer surf y skate, así que todos contentos, jaja. Aunque la verdad es que yo soy la que menos se mete al agua. Para mí el traje de neoprene no funciona”, confiesa entre risas. Y cuenta que son los chicos quienes más disfrutan del agua: “Además ellos toman clases de surf en la escuela de Martín Passeri, que es un groso. Así que están chochos”.

Más allá de tu lucha contra el frío, practicás surf y skate. ¿Ese es uno de los secretos para mantener tu cuerpo?
Creo que lo más importante es que tengo buena genética. Entre los 20 y los 30 años la verdad es que me mantenía cuidándome con la comida y el ejercicio. Pero los años me hicieron entender que no tenía que ser tan estricta. Creo que hay que relajarse y el cuerpo responde igual. Lo que sí empecé a hacer el año pasado son tratamientos de genética con el doctor Damián Rozenberg. Te hacen estudios de sangre y a partir de ver cómo está tu organismo te dan suplementos vitamínicos. Es realmente muy bueno.

Y hablando de cuidar, María también tiene una receta para mantener una relación por mucho tiempo: “Hoy en día vivimos bajo el concepto de ‘sociedad líquida’ de Zygmunt Bauman. Pero por suerte con Facu ya llevamos 11 años en total. Y creo que no hay mucho misterio pero sí algunas claves, como tener tranquilidad, respeto y ganas de estar juntos. Después, también hay que ser atentos, no relajarse en la rutina”.

María, precisamente, no se deja estar. No para. Y en la actualidad está ocupada en estudiar. “Estoy en ese camino de formarme, y en cosas relacionadas con los animales, porque los amo. Por ejemplo estoy aprendiendo a domar caballos. Y también a entrenar animales en general. Y sé que voy a hacer más cosas relacionadas con eso”, avisa.

También aclara que, si bien desde que fue madre empezó a dejar un poco de lado su carrera como modelo, no quiere decir que la haya abandonado: “Está en pausa, se podría decir. De hecho este verano aprovecharé que estaré en la Costa acompañando a Facu y haré algunas presencias y otras cosas. Pero por ahora me centro más en estudiar, como te decía”. Y, claro, en disfrutar de su familia y de cada instante de la vida. ¿Será ese el secreto de la felicidad? De la suya, seguro que sí.

Agradecimientos: Ossira